Durante miles de años, el hombre ha buscado el estado de completa libertad espiritual del interminable ciclo del nacimiento y la muerte, y también la inmortalidad personal con consciencia, memoria y capacidad plenas como espíritu independiente de la carne.
Este sueño, en los tiempos de Buda, se llamaba Bodhi, que es el nombre del árbol bajo el cual Buda logró ese estado.
Pero debido a la presencia desconocida de la mente reactiva y su efecto tanto sobre el espíritu como sobre el cuerpo, estos períodos de libertad eran difíciles de alcanzar y eran, como hemos descubierto, temporales.
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